La piel es nuestro órgano más extenso, y debemos proporcionarle el cuidado que merece. De acuerdo a si tiende a resecarse, o si más bien se excede en grasitud, tendremos que emplear diferentes productos, tanto para el cuidado facial como el corporal. En esta oportunidad queremos hablarte sobre la piel grasa deshidratada, una situación poco común.
Estamos acostumbrados a pensar que la piel grasa tiene más bien un exceso de hidratación. Ello se traduce en la aparición de espinillas o barros, así como en la sensación de tener la piel sucia. Pero también puede darse el caso de que, a pesar de su condición de grasitud, la piel esté deshidratada.
Piel grasa vs piel seca
Las pieles grasas y secas son totalmente diferentes, por lo que necesitan de hábitos específicos. Por ejemplo, la piel grasa tiende al desarrollo de acné, mientras que la seca es más propicia a las líneas de expresión.
Piel grasa
Cuando tenemos piel grasa, es fácil de detectar. La dermis se ve húmeda y brillante, y los poros suelen estar dilatados. También es frecuente la aparición de granos y puntos negros. Se asocia con el aumento de la testosterona, la hormona que produce el sebo en la piel.
Piel seca
Este tipo de piel tiene otras características. En líneas generales no genera mayores problemas, pero si necesita de una constante hidratación. Los cuidados de la piel seca se basan en mantenerla siempre nutrida e hidratada. De no hacerlo, puede derivar en problemas como la dermatitis atópica.
Cómo tratar la piel grasa deshidratada
Son muchos los factores que pueden influir en esta condición. Fluctuaciones hormonales, genética o estrés. En todo caso, existen formas eficientes para combatirla. En Abizanda contamos con una amplia línea de productos dermatológicamente probados, y diseñados para este fin.
La piel grasa deshidratada se manifiesta con un aspecto muy brillante, pero sin luminosidad. Al tacto se siente áspera o rugosa. También se percibe tensa y sin elasticidad, con poros dilatados y visibles. También puede ser propensa a sufrir de irritaciones o enrojecimiento. Veamos a continuación algunos métodos para tratarla.
La limpieza de cutis
Este es el punto más importante de la rutina de cuidado facial. La sensación de piel sucia no es más que sebo. Sin embargo, debemos combatirla. Un excelente producto para acompañar la limpieza es la espuma limpiadora Neostrata Resurface. Aporta una limpieza profunda y prepara la piel para recibir tratamientos especializados.
La exfoliación
Uno de los problemas más reiterativos de las pieles grasas, es la aparición de granos e impurezas. Y una buena manera de mantenerlos bajo control es con la exfoliación. Procura elegir un producto específico para tu tipo de piel.
La hidratación
Y aunque la piel grasa deshidratada suela tener mucho más sebo que la piel mixta o seca, de igual forma necesita nutrición. Ello la ayudará a no desarrollar dermatitis y a mantener el acné bajo control. El tratamiento hidratante seborregulador y matificante Acnilaude M De Rilastil Cumlaude, es una de las opciones más sólidas del mercado para ello.
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